¡Un cambio integral para un nuevo año!

Es el momento de actualizarnos, de trabajar en nuestras áreas de oportunidad para estar mejor contigo mismo y los demás.

Siempre que inicia un Año Nuevo y parece que algo se activa en nuestro cerebro: La posibilidad de reinventarse para mejorar algún aspecto de nuestras vidas. Pero como sucede con cualquier objetivo, los resultados pueden ser frustrantes porque esperamos grandes cambios en poco tiempo.
¿Cuántas veces has repetido los mismos propósitos de Año Nuevo una y otra vez, y cuántas veces los has abandonado? Es fácil pensar en dejar de fumar, bajar de peso, correr cinco kilómetros diarios o iniciar una dieta; lo complicado es sostenerlo.
Piensa que hacer un cambio personal implica reinventarse, y esta palabra es una derivación de la palabra invento. Por lo tanto, así como la innovación tiene que ser creativa, también la reinvención exige serlo. Si consideras esto, entonces el proceso del cambio se antoja como una tarea fresca, innovadora, creativa, divertida y llena de ilusión, en donde sí hay cabida para la frustración y para el retroceso, pero también para el avance y el aprendizaje.

Por ejemplo, si no te funciona la dieta baja en calorías porque te da ansiedad, piensa que no es la única opción y decídete a cambiarla. ¿Hacer ejercicio sistemático como caminar alrededor de un parque o subirte a la caminadora te resulta aburrido? Cámbialo por otra actividad como bailar. La reinvención no es una receta, es un proceso de vida en el que cuentan la creatividad y la intuición: esto sí me funciona, esto no.

Con este nuevo planteamiento, ahora sí define tus propósitos. No olvides que el cambio es una aventura. Puede ser que no llegues a la meta que te propongas, pero llegarás a otra, igual de estimulante y retadora.

Importante. Aplaude cada logro, por sencillo que parezca: Ese kilo menos, esos dos kilómetros de carrera en lugar de los cinco que tenías en mente, ese nuevo corte de cabello, ese nuevo hábito, esa posibilidad de atreverte a cambiar algo. Recuerda que los grandes cambios se realizan poco a poco.

Ya con todo esto en mente, replantea qué podrías hacer para reinventarte. Sería genial realizar un upgrade o mejora en todos los sentidos de tu vida.

Dejar un mal hábito

Replantéalo. ¿Quieres dejarlo completamente o sólo reducirlo?, ¿qué sentimientos te genera este hábito negativo? Quizá el cambio no está en el hábito, sino en la razón por la que lo haces. Y ante esta necesidad de cambio, plantéate la posibilidad de hacer una sustitución, cambiar un hábito por otro.

Hacer dieta

El cambio no tiene que ser absoluto, hazlo por partes. Por ejemplo, inicia cambiando la cena, o agregando una fruta a tu comida diaria, y varias semanas después, ya que te hayas acostumbrado, haces un nuevo y sencillo cambio. La reinvención no será en los primeros 15 días de enero, sino quizá en el primer semestre del año. Y recuerda, si algo no te gusta, modifícalo.

Cambiar el look

¿Quieres cambiar tu corte de cabello o vestirte de manera diferente? Propicia el cambio por partes, y si no te gusta, regresa a lo anterior. Pero siempre prioriza tu bienestar y comodidad. Se trata de ti mismo, de que estés a gusto, y nadie es más importante en tu vida que tú.

Priorizar tus deudas

Igual de importante es que consideres la tranquilidad que te brindaría pagar tus deudas, aunque sea de manera paulatina. Esto se soluciona poco a poco.

Hacer ejercicio

No hagas el cambio de manera intensa porque terminarás la primera semana con dolores musculares y un cansancio que te hará desear dejarlo a la primera de cambio. Inicia con pequeños avances hasta que logres grandes resultados.

Vivir en el presente

Suena a frase hecha, pero ya lo pasado, pasado, como dice la canción, y el futuro es terreno inexplorado e imprevisible. Lo importante es el aquí y el ahora; vive sin dramatizar ni agobiarte, y acepta que todas las emociones, incluso las negativas, son naturales.

Trabajar tus áreas de oportunidad

Mejorar tus hábitos, habilidades y cualidades. Esto implica conocerte a ti mismo; analizar las experiencias pasadas para potenciarlas o no repetirlas, según sea el caso; mejorar y observar qué sucede; seguir practicando lo que te hace sentir bien, y dejar ir lo que no sirve.

Practicar el humor

Sí, porque reírse también es cuestión de práctica. Martin Seligman, director del Departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania y prestigioso escritor de temas afines al área que domina, dice que el buen humor es un excelente indicador de salud mental y un factor preponderante de las personas resilientes; dicho de otra forma, de las personas que se sobreponen a las dificultades.

Inicia el Año Nuevo con el propósito de reinventarte o mejorar a tu ritmo. Y tu ritmo tiene que ver con avanzar y retroceder si es necesario, con hacer cambios cada vez que no te sientas a gusto, y con ser feliz, porque de esto trata la vida.