Cuido de mi, cuido de todos
Ya sea que estés quedándote en casa o que tengas que salir a trabajar, City Club siempre está contigo, ayudándote a encontrar la mejor manera para tu bienestar y el de los tuyos, por lo que preparamos estos consejos que te harán estos días más llevaderos y podrás así sentirte más tranquilo.
El 2020 lo recordaremos como un año diferente. Nos hemos quedado en casa con una dinámica que no para todos ha sido fácil adaptarse, y podría tener serias consecuencias. Entre los altibajos que estamos pasando se incluyen nerviosismo, optimismo, estrés, fe, desánimo, frustración, etc. A lo que debemos hacer frente de una manera inteligente.
Lo primero que debemos hacer es reconocer que nuestra ansiedad y miedo son naturales y útiles. Son emociones que, si las enfocamos bien, nos permitirán adaptarnos al entorno, pero si dejamos que nos superen, pueden llegar a perjudicarnos.
De acuerdo con Olga Cañizares, experta en inteligencia emocional, en estos momentos debemos atender las cinco dimensiones de autocuidado para darnos seguridad y llevar de la mejor manera el día a día. Estas dimensiones son:


Acepta el cambio. No pienses en el cómo era ni en el cómo será, asume el presente y te ayudará a mantener el enfoque en las soluciones y no en los problemas.
Comprométete contigo mismo a hacer lo necesario. Convencerte y decidir permanecer en casa o salir, y siempre seguir las medidas de prevención, te permitirá cambiar de actitud.
Selecciona la información que entra en tu mente. Define cuánto tiempo la verás, los horarios y las fuentes para recibir información sobre el tema. Si no te dedicas al ámbito de la salud, no te expongas a grandes cantidades de información que, en lugar de ayudarte, pueden detonar emociones negativas.
Practica la atención plena. Este es un buen momento para iniciar con técnicas de mindfulness. Está demostrado que neurológicamente impacta en los estados emocionales pues permite hacerte consciente de lo que se vive en el presente y aceptarlo.


Crea una alianza personal. Cuida tus emociones y admite la importancia de hacerlo, para alimentar sentimientos positivos durante esta situación y lo que venga después.
Acéptalas. El primer paso es normalizar las emociones, incluyendo el miedo, y aceptar que todos las tenemos, aunque en diferente proporción. No existe nadie que pueda permanecer tranquilo en esta situación.
Comunica tus sentimientos, cualquiera que sea. Sirve como desahogo y es una manera de establecer que lo que veas durante este día, lo haces a través de la ventana de la emoción predominante, y te permitirá tomar el control.


Escucha tu cuerpo. Cuando necesites de una pausa, comer o dormir, tu cuerpo te lo hará saber y deberás obedecerlo. Respecto a la alimentación, debe ser saludable para que tengas la energía necesaria.
Cumple tus antojos. De vez en cuando, regálate un antojo sin culpabilidad y siempre moderándote, como agradecimiento propio por cumplir con tus propios retos.
Respira. Todas las mañanas al despertar, al bañarte o incluso en las pausas mientras laboras, realiza ejercicios de respiraciones conscientes. Permitirá que el cuerpo se oxigene y que tu mente se calme.
Realiza ejercicio. En este momento es necesario realizarlo, por mínimo que sea. Dedica tiempo a una rutina, por la mañana o por las tardes, te permitirá liberar endorfinas.
Respeta las horas de sueño. 30 minutos antes de dormir realiza una actividad más relajante para tranquilizar tu mente, que no incluya ninguna pantalla. Las emociones y la estabilidad mental se ven impactadas por la falta de sueño profundo.


Identifica tus valores. De ser necesario escribe todos los que te vengan a la mente, éstos son el motor de tu comportamiento y reconocerlos te ayudará a apoyarte en ellos cuando lo necesites.
Agradece. Piensa en lo que tienes hoy y agradece: comida, casa, trabajo, cama, una familia sana. Te ayudará a pensar de manera positiva.
Apégate a tus creencias. Si tienes alguna idea religiosa, úsala para darte ánimos y sentirte mejor.
Perdona. Si convives con muchas personas en casa o en el trabajo, es normal que existan fricciones por pasar demasiado tiempo juntos. Tómalo con calma.


Coopera. Mantener una actitud colaborativa permite pensar en los demás al mismo tiempo que crecemos personalmente. Es el momento de ser caritativos con quienes menos tienen y apoyar los negocios locales que permanecen abiertos.
Practica la empatía. Es importante tomar en cuenta las emociones de los demás para poder relacionarnos y estar en sintonía. Ser empáticos ayuda a manejar mejor la situación y a afianzar las relaciones de trabajo. Piensa incluso en los trabajadores que no pueden permanecer en casa.
Comprende al otro. No te enganches en pláticas sobre quién tiene razón, el origen, soluciones, el futuro, etcétera.
Cuida de los demás. Piensa que no seguir las medidas de seguridad es poner en riesgo al otro. También pensemos en lo que decimos, expresiones negativas como “esto es un desastre” o “la economía no se podrá recuperar” podrían originar realidades en otros.
Mantén el contacto. Somos seres sociables, usemos las redes sociales y aplicaciones de comunicación para acortar distancias. Esto ayudará a no sentirnos aislados.
Aporta seguridad. Elige pensamientos positivos y compártelos, siempre con palabras y de manera directa (nada de post para el mundo). Si conoces algún paciente o a los familiares de uno, hazles saber que está en buenas manos y que estás ahí para lo que se necesite.
Los peques también padecen estrés
Lo pueden manifestar de distintas maneras como dificultad para dormir, dolor de estómago, estar enojados o con miedo la mayor parte del tiempo. De acuerdo con la Unicef, lo mejor que pueden hacer los padres es enfocarlos y siempre orientarlos; explicarles que sus sentimientos son “naturales” y hacer que se sientan seguros de que permanecer en casa es una solución temporal para protegernos.


NO OCULTES INFORMACIÓN. Explícale con palabras que ellos entiendan, pero siempre con honestidad.

LIMITA EL ACCESO A TV Y REDES SOCIALES. Demasiada información aumenta el estrés y el miedo, además ellos no podrían diferenciar si la información es escandalosa o verdadera.

CONSERVA LA CALMA. Los niños perciben el mundo como lo hacen sus padres y madres, por eso es importante que los adultos mantengan el equilibrio.

ACTÍVALOS FÍSICAMENTE. Procura no pasar más de una hora frente a la TV o cualquier otra pantalla, ponles alguna rutina para liberar la energía y despejar su mente.

COMPARTE MOMENTOS LÚDICOS. Las manualidades o tareas artísticas les ayudan a manejar las emociones.

CREA UNA RUTINA. No perder la estructura permitirá alimentar la idea de volver a la normalidad.

REFUERZA LA HIGIENE. Practica las medidas recomendadas y formas correctas de lavarse las manos, el estornudo de etiqueta y la sana distancia. Si tú les pones el ejemplo, ten por seguro que será más fácil para ellos.

ACTÚA CON CRIANZA POSITIVA. No recurras a ningún tipo de violencia; ni golpes, gritos o insultos, que sólo agravan su estrés.

OFRECE UNA DIETA SALUDABLE. Ésta es la mejor arma para elevar las defensas, y al mismo tiempo les dará la certeza de que los cuidas.