Son varias las causas que pueden provocar mal olor en los pies, pero con estos consejos puedes aminorar las probabilidades de “hacer el oso” por tus zapatos olorosos.
¿Eres del 20% de la población a la que le huelen los pies? Existen muchas causas de ese mal olor, que van desde usar el calzado incorrecto, trastornos metabólicos, mala alimentación, malos hábitos de higiene, estrés, infecciones por hongos como pie de atleta… pero aunque no sepas cuál es el origen real de tu problema, puedes disminuir o erradicar el mal olor con estos consejos.
1. Limpieza adecuada. La higiene es indispensable para evitar el mal olor, por eso, después de un buen baño, inspecciónalos: algunos síntomas de posible infección por hongos pueden ser las manchas en la piel, descamaciones, agrietamiento, alteraciones en las uñas y heridas. Luego de lavar tus pies, sécalos bien, pon especial cuidado en los espacios interdigitales y aplica en ellos talco podológico.
2. Zapatos frescos. No utilices calzado de materiales sintéticos; prefiere los que sean de cuero. Tampoco uses cada día el mismo par de zapatos, ni te encasilles en el calzado deportivo, pues suele producir sudoración excesiva, y por lo tanto mal olor y hongos, pero si requieres usar tenis frecuentemente, procura colocarlos en un lugar seco y ventilado para que la humedad se evapore. Además pon talco en el calzado durante las noches.
3. Plantillas nuevas. Si pensabas que la plantilla tenía que morir junto a tus zapatos, has estado equivocado. Pare evitar el mal olor y mejorar tu higiene necesitas sacarlas a airear regularmente y reemplazarlas al menos una o dos veces al mes.
4. Calcetines de fibras naturales. No importa qué prefieras: las calcetas o los calcetines, lo indispensable es continuar con la premisa anterior de usar materiales naturales y no sintéticos. Es momento de sacar de tu cajón los de nylon y prepararte para el invierno con los de lana y algodón.
5. Truco casero. Las abuelitas dicen que untando un poco de alcohol en la planta de los pies puedes lograr un efecto desodorante, no evitará la sudoración, pero sí el mal olor. Procura no usar este método a diario.
Si después de todas estas recomendaciones continúa el mal olor, es momento de acudir con un especialista para que identifique tu problema y te proporcione el tratamiento adecuado.