Lunch to go

¿Comer en tu trabajo rd un volado entre tener sabor a medias, malestar estomacal y cero aporte nutricional? Empieza a llevar a la oficina tu comida hecha en casa, ahorra y come saludable. 

Para muchos, comprar comida cerca de la oficina es muy práctico, pero no es lo más sano porque en realidad no sabes nada sobre la calidad de los insumos ni tienes el control de la salubridad al preparar los alimentos. Salvo que se trate de un lugar con normas de calidad establecidas, como la Food Station de tu City Club, lo mejor es no dejar tu nutrición en manos de otros y hacerte cargo de ella con estos tips:

  • Planea tu menú semanal. Es mejor tomarte un día (la mañana del domingo, por ejemplo) para preparar tus viandas. Piensa en recetas sencillas, con ingredientes versátiles y fáciles de cocinar. Si no quieres llevar los tres tiempos reglamentarios, puedes hacer uno solo, pero muy completo. Por ejemplo: pasta o arroz con verduras + proteína, o ensalada con carbohidratos y frutos + proteína.
  • Considera platillos fríos y calientes; para los calientes toma en cuenta que el microondas genera un cocimiento extra, aunque ligero; con las carnes no hay problema, pero para que las verduras se vean apetitosas, mejor blanquéalas, esto les da un precocimiento y así, cuando las calientes en la oficina, terminan el proceso sin perder nutrientes ni sacrificar apariencia. Ten a la mano recipientes para cada día de la semana y uno por platillo. Deben ser de buena calidad, los de vidrio no guardan olores ni sabores, pero revisa que cierren herméticamente, que sean fáciles de transportar, que puedan guardarse dentro del refrigerador y que su forma no se altere al usarlos en un horno de microondas.
  • Almacena en casa un stock de proteínas listas para usar, como latas o pouch de atún en agua, paquetes de jamón rebanado o de queso panela (estos dos últimos son perecederos, así que haz tus cuentas de cuántos podrías necesitar para comprar sin desperdiciar).
  • No olvides tu bebida. Puedes preparar infusiones deliciosas con una noche de antelación y no te llevará más de 10 minutos; métela al refri y disfruta al otro día. Algunos termos, además de ser herméticos, te permiten mantener las bebidas frías o calientes por más tiempo.

Otra de las ventajas de transportar tu comida de casa es que no contribuyes a generar basura con recipientes desechables, que en su mayoría son de unicel, un material nocivo para el ambiente. Si aún no te decides a preparar comida en casa, te decimos que hacerlo también mejorará tu economía porque representa un ahorro entre 50 y 60% en comparación con comprarla en otros establecimientos. Para incrementar el ahorro, piensa también en tu desayuno y evita los gastos hormiga.