Los gatos tienen fama de ser muy limpios. Entierran sus heces por higiene, pero también porque es una manera de ocultar su rastro ante los posibles depredadores. Éste es su instinto natural y no sólo lo hacen los que viven en casa o departamento, también los callejeros o salvajes buscan la forma de tapar sus heces y defecar siempre en el mismo lugar. Por eso es fácil hacer que usen el arenero, lo único que sí debes enseñarles es cuál es el suyo y dónde está ubicado. Toma en cuenta estos aspectos:
- Tamaño: la bandeja de arena debe ser suficientemente amplia y profunda (10 cm como mínimo) para que él pueda moverse dentro y escarbar sin problemas.
- Ubicación: para ellos el baño es privado. Su arenero necesita estar en un lugar poco transitado y poco visible, pero ventilado, lejos de donde comen o duermen, y disponible para entrar o salir en cualquier momento.
- Arena: encontrarás perfumada, con aglomerante o absorbente. La ventaja de las aglomerantes es que facilitan la limpieza pues se forman terrones que se distinguen y puedes retirar fácilmente. Lo ideal es llenar con arena 5 cm de profundidad en la bandeja.
- Modelo: quizás tú quieras una autolimpiable (se limpia sin necesidad de pala); una con cubierta, cuya función es que el gato no salpique arena al escarbar, o una con filtro de carbono, hecha para neutralizar el olor. Pero como a los gatos sólo les interesa que sea funcional, puede ser que rechacen los areneros más sofisticados porque los hace sentir incómodos o muy encerrados.
- Limpieza: la bandeja debe limpiarse a diario. Para hacerlo necesitarás una pala especial diseñada para retirar las heces y los terrones de arena; cada vez que hagas esto, rellena con arena limpia. Cada semana desecha la arena en su totalidad, lava la bandeja con agua y jabón y coloca arena nueva.
¿CUÁNDO EMPEZAR?
Coloca el arenero desde sus primeros días de vida, en este momento su mamá será la encargada de enseñarle y generarle confianza hacia el arenero. Cuando el gato ya no es cachorro, bastaría con colocarle un arenero para que él considere que es su baño, pero si esto no funciona, tendrás que usar el método de siembra que consiste en recolectar una de sus heces y sembrarla en el arenero, así su olor característico queda impregnado en el recipiente y ellos lo irán aceptando. Otro aspecto importante es que por cada gato debe haber un arenero, y entre más grande sea la casa, más baños debes colocar.
¿SE REHÚSA A USARLO?
No sirve de nada acercarlo a las heces y regañarlo o amenazarlo; mejor averigua la causa. Puede ser que no se siente cómodo con el tipo de arena, el recipiente o la ubicación que elegiste para él; entonces habrá que cambiarlo o buscar otras maneras de que termine usándolo (como recurrir al método de siembra). A veces no lo usan porque sienten que el baño está sucio y eso les disgusta; si es así sólo tendrías que limpiarlo con mayor frecuencia. También puede que el gato sea muy territorial y quiera hacer notar su presencia ante depredadores y todo el mundo, por lo que no le interesa tapar su rastro. Incluso, podría tener algún problema renal que le provoque accidentes lejos de su arenero; en estos dos últimos casos tendrías que consultar con el veterinario para resolver el problema de comportamiento y descartar alguna posible afectación mayor. Te puede interesar Guía de alimentación para gatos