Vitaminas, minerales y otros productos disponibles para complementar tu alimentación están al alcance de tu mano. ¿Los necesitas? ¿Cómo y cuándo puedes tomarlos?
Tu prioridad debe ser llevar una dieta saludable y balanceada; sin embargo, aunque comas todo lo necesario, a tu cuerpo aún le pueden faltar nutrientes; esto es consecuencia de envejecer, pues al madurar, la habilidad del organismo para absorberlos disminuye y, dado que tus necesidades energéticas son distintas, tiendes a comer menos. Así que puedes tomar suplementos para llenar cualquier posible deficiencia en tu organismo siempre y cuando hagas esto:
- Comenta con tu médico la posibilidad de integrarlos en tus cuidados.
- Ingiere sólo la dosis recomendada.
- Busca fuentes de información confiables y documentadas acerca del suplemento.
Para algunas mujeres, hay condiciones de salud y estilo de vida que modifican sus necesidades nutricionales y que requieren precauciones adicionales al tomar un complemento o suplemento alimenticio. Éstos son algunos casos:
SI ESTÁS EMBARAZADA…
- Habla con tu médico sobre el tipo de vitaminas prenatales que deberías tomar.
- Pregunta cuánto ácido fólico requieres antes de embarazarte y durante la primera parte de tu embarazo. Este complemento ayuda a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y la columna del bebé.
SI TIENES HIJOS…
- Platica con tu médico antes de darle suplementos tales como vitaminas a un niño.
- Mantén todos los suplementos fuera del alcance y de la vista de tus hijos.
SI TIENES ALGÚN PROBLEMA DE SALUD…
- Los suplementos no están diseñados para tratar, diagnosticar, prevenir o curar enfermedades.
- No tomes suplementos en lugar de tus medicamentos recetados.
- Informa a tu médico sobre cualquier yerba, vitamina o producto que tomes. Algunos de ellos pueden afectar el modo en que los medicamentos recetados funcionan.
- Algunos suplementos dietéticos pueden ser dañinos si los ingieres antes de someterte a una cirugía.
Fuente: www.fda.gov
FORMA INTELIGENTE
De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, para convertirte en un usuario conocedor de suplementos, necesitas:
- Buscar los suplementos en internet y en sitios no comerciales, por ejemplo, dependencias de salud y sitios de investigación académica.
- Si las declaraciones suenan demasiado buenas para ser ciertas, como “totalmente seguro” o “este producto carece de efectos secundarios”, duda de ellas.
- Toma conciencia de que “natural” no siempre significa “seguro”.
- Discute con tu médico la necesidad de tomar un suplemento y cuál es el mejor para tus requerimientos.