No dejes de platicar con tus hijos, la comunicación entre padres e hijos es la clave para detectar y actuar a tiempo en una situación de acoso escolar. Aquí te damos algunos consejos.
No esperes que los niños hablen abiertamente sobre el tema si ellos son las víctimas. Por lo general, no dicen nada por vergüenza; sin embargo, sí existen algunas señales para detectarlo, por ejemplo, si expresa constantemente que no quiere ir a la escuela o si no cuenta nada sobre su relación con sus amigos y compañeros. La base es entablar una comunicación constante con los niños y detectar estas conductas:
- Rechazo a ir a la escuela, falta de atención o bajo rendimiento.
- Falta de cuidado en el aseo y arreglo personal.
- Aislamiento.
- Hambre extrema al llegar de la escuela y mal humor en casa.
- Pregúntale si le gustó el lunch (puede ser que alguien se lo esté quitando).
- No te mira a los ojos y empieza a encorvarse. Ésta es una señal de que se siente intimidado.
- Maltrato a niños más vulnerables que él o ella.
- Terrores nocturnos. Se despierta o llora a media noche, sin causa aparente.
MANEJA LA SITUACIÓN
Además de mantener siempre una comunicación abierta con los niños, hay que ser muy asertivos con ellos y explicarles que deben denunciar y hacer evidente el maltrato con los profesores y otros adultos; sin embargo, los papás también necesitan intervenir, sobre todo cuando no hay respuesta. La recomendación es seguir estos pasos para actuar:
- No reaccionar dramáticamente ante la situación.
- Pedir al niño que denuncie y lo haga evidente.
- Abrir aún más la comunicación con tus hijos para indagar sin hostigar.
- Acudir a la escuela y comentar tu preocupación, para reforzar las denuncias de tu hijo. Si no hay respuesta, entonces es momento de…
- Levantar una queja formal en la escuela.
- Denunciar negligencia ante las autoridades.
- Cambio de escuela.
- Terapia psicológica.