No basta con prender el asador y colocar la carne, lee nuestros consejos para que te conviertas en el rey de las parrilladas.
Un domingo de carne asada es una delicia para los sentidos; desde el olor de la carne recién echada sobre el asador, hasta el sabor de los vegetales pasados por la parrilla. Primero que nada, te recomendamos calcular un kilogramo de carne por cada tres o cuatro personas que asistan al evento.
Tus utensilios
Necesitarás un kit de asador, mandil, un guante protector para manipular objetos calientes; pero también necesitarás una parrilla adicional, con menor calor, para mantener caliente lo que ya esté listo. No olvides la loza, compra una en blanco si quieres algo muy minimalista o una en diferentes colores brillantes, para armonizar con la naturaleza.
Consigue un asador que tenga llantitas y mesa auxiliar para que puedas colocar todos tus instrumentos y mantener cerca los ingredientes. Recuerda que al estar al exterior, el sol podría causar estragos en tu piel, así que piensa en cubrir el área donde estarán los comensales con un gazebo plegable.
Enciende el fuego
Una de las cosas más complicadas puede ser encender el fuego, puedes usar algún combustible adicional, como el alcohol sólido para impregnar el papel y permitir que encienda más rápido (no lo agregues al carbón) y sigue estos pasos:
- Coloca carbón en la base, deja un hueco en el centro y rellénalo con bolitas de papel periódico.
- Prende el papel y deja que las llamas lleguen al carbón.
- Con ayuda de unas pinzas, distribuye los trozos encendidos para que todo se prenda igual.
- Una vez que el carbón esté encendido, puedes agregar más trozos para cubrir el papel.
No dejes tu parrilla desatendida, ni permitas que se acerquen las mascotas ni los niños; sólo así evitarás algún accidente, y que se pueda quemar la comida. El combustible se mantendrá encendido mientras reciba oxígeno, para manipular la temperatura y apagarlo, regula el flujo de aire con la tapa y las ventilas.
Ahora sí, ¡a echar la carne al asador! (Parte 2)