¡Un padre más padre!

Nadie nació sabiendo ser padre, y si ya lo eres, alguna vez te habrás preguntado si estás haciendo lo correcto y lo suficiente. La educación y el mejor entendimiento se van dando sobre la marcha, en el día con día. Te damos algunas recomendaciones para cada etapa de papá, de acuerdo con la edad de tus hijos, porque en cualquier momento hay retos y oportunidades. ¡Manos a la obra!

Para tu hija(o) pequeña(o)

  • Léele un cuento con tus mejores habilidades histriónicas.
  • Contesta sus preguntas y acepta cambiar la versión oficial de la historia si eso le divierte.
  • Enséñale adivinanzas o juegos que rimen. Será divertido, sobre todo si está en los primeros años de escuela. 
  • Aprendan juntos a sembrar y cuidar una planta. No te quiebres la cabeza, una sencilla de las que venden en el súper.
  • Pasen tiempo al aire libre. Busquen insectos (pero no los maltraten). Jueguen, ¿qué tal unas carreritas en el parque?, salten la cuerda, enséñale las reglas del deporte que tanto te gusta o los juegos que de niño jugabas y que ahora seguro nadie enseña.

Miren las estrellas recostados en el patio o el jardín. ¿Las puedes ver en el lugar donde vives? Si no sabes de constelaciones, seguro la imaginación de tu niño o niña harán toda la tarea.

¿Y de día? Miren las nubes y jueguen a encontrarles formas de cosas y animales.

Enséñale juegos de mesa como serpientes y escaleras, damas chinas y lotería. Verás que le van a gustar el rollo competitivo y las destrezas que irá descubriendo.

Jueguen a la casita. Rompe el tabú de que los hombres no juegan con muñecas y pídele(s) que te invite una tarde a adentrarte en su mundo.

Para tu hija(o) joven o adolescente

Invítala(o) a lavar el coche, a podar el césped o a arreglar ese aparato electrodoméstico que está descompuesto. 

Enséñale a cambiar una llanta del coche. Y si tú tampoco sabes, ¡aprendan juntos!

Seleccionen sus juguetes para regalarlos. ¡Ojo!, déjala(o) que se quede con aquellos que le son entrañables.

Aprende videojuegos y rétale a jugar. Acepta un no por respuesta, y si es un sí, tampoco te conviertas en el jugador imprescindible y dale su espacio.

Hazle preguntas retadoras sobre cómo resolvería alguna situación hipotética o cuéntale sobre cosas que seguramente no sabe de tu trabajo. Pueden intentar resolver juntos algún reto matemático, completar un crucigrama o descubrir algo en un juego de detectives.

Enséñale tu colección de discos, casetes o CD´s. Invítala(o) a descubrir tus gustos musicales y aguanta sus comentarios si no le gustan. También escucha sus rolas favoritas, sea cual sea su gusto. Recuerda que a tus papás también se les arqueaban las cejas cuando escuchaban las canciones que te hacían vibrar.

Salgan al cine. Siempre habrá en cartelera una película que a ambos les guste. 

Váyanse a comer unos tacos o una hamburguesa. Solos tú y ella o él. Procura que se haga costumbre cada cierto tiempo. Si les cuesta trabajo entablar conversación, verás que lo informal del asunto propiciará la conversación.

Para tu hija(o) adulta(o)

Respeta su privacidad. Tu hija(o) ya no es un niño y seguro lo educaste para que tomara sus propias decisiones. Vas a extrañar la cercanía que tenías con ella o él cuando eran niños o jóvenes, pero ahora su necesidad de distanciarse es necesaria y no es un asunto personal contigo, a menos de que tengan algún conflicto.

Vean fotos juntos y hagan un viaje a la nostalgia. ¿Quieres contarle recuerdos que nunca le has dicho? Vete varios años más atrás y nárrale las fotografías del día de tu boda, de tu graduación, de los mejores momentos con tus papás o de cuando eras chavito.

Participa en actividades que a ambos les guste hacer. ¿Ya olvidaste lo mucho que te gustaba acompañarlo a sus actividades deportivas? Retómenlo para ir a ver algún partido o échense un juego informal entre ustedes. ¿Y si invitas a jugar a sus amigos de toda la vida y a sus papás? Pueden salir a caminar, a pasear en bicicleta, hacer una carne asada, armar un rompecabezas de muchas piezas, ver juntos la serie que a ambos los tiene obsesionados, ir al cine o a ese restaurante que les trae muchos recuerdos. Que sea tiempo de calidad, más que de cantidad.

Involucra a la pareja de tu hija/o, aunque no sea quien a ti te gustaría. Difícilmente alguien cubrirá todas tus

expectativas. Invítala(o) a esas vacaciones familiares, hagan sobremesa cuando coman juntos para platicar o para una partida de un juego de mesa, o vayan todos a ese concierto que se les antoja ir.

¿Sabías que…?

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 44.9 millones de hombres de 15 años y más. De ellos, 21.2 millones, el 47%, se identificaron como padres de al menos una hija/o, con residencia en la misma vivienda.

Una regla que aplica para cualquier edad

Dedica el mismo tiempo a todos tus hijos por igual. No importa si son niños, adolescentes o adultos. Haz actividades en las que se involucren todos, incluyendo a la mamá, a menos que estén divorciados o separados, pero también dedica tiempo para cada uno. Que ese espacio sea sólo para ella o para él y hagan alguna actividad que a ambos les guste, sin distracciones.