Cuidando a Papa
Últimamente la dimensión de este festejo adquiere diferente relevancia. Conforme la igualdad de género se hace más presente en el discurso social, la paternidad se transforma en cercanía y afecto Cada vez más, en mayor o menor medida, los padres y las madres pugnan por convertir el rol del padre ausente en padre igualitario, aquel que se hace cargo de la crianza, que vive la ternura de estar cerca del bebé, que acepta que la mujer sea quien provea y que se permite tener sentimientos.
El rol de papá
Erich Fromm, el celebérrimo psicoanalista y psicólogo social, define, en su también célebre libro El Arte de Amar, el rol del padre y de la madre. Dado que es un texto publicado en 1959, se apega a los modelos tradicionales. Si el mismo autor escribiera sobre el tema hoy en día, seguramente vislumbraría algunos cambios.
Para Fromm, el arquetipo (lo cual no quiere decir que todos sean exactamente iguales) de padre se define como:
- El mundo del pensamiento; de las cosas hechas por el hombre; de la ley y el orden; de la disciplina, los viajes y la aventura.
- Le enseña al niño, le muestra el camino hacia el mundo.
- Su amor es condicional: “te amo porque llenas mis aspiraciones, porque cumples con tu deber, porque eres como yo”. Por lo tanto, para el padre la obediencia es una virtud.
- Autoridad y guía. Proporciona el sentido de la competencia.
- Produce una conciencia basada en la razón y el discernimiento.
¡Quiérelo y cuídalo!
Muchas tarjetas del Día del Padre son humorísticas
Apelan a que tu relación con papá es como de cuates, de grandes amigos. Cambia el estímulo, comienza por decirle cuánto lo quieres, lo significativa que es para ti su presencia en tu vida.
Este rol no lo desprovee de ternura ni amor, pero sí le confiere lejanía emocional, y más si es el único en el hogar que trabaja, y que por lo tanto, debe permanecer ausente.
Por esto, es necesario reconocer que papá es tan vulnerable como mamá y cualquier otro integrante de la familia, y por lo tanto, hay que cuidarlo y valorarlo como se merece.

Si te cuesta trabajo decirle que lo quieres…
Echa un paso atrás y comienza por preguntarle más seguido ¿cómo se siente?, ¿cómo está? ¿Te has puesto a pensar cuántas veces ha tenido él la oportunidad de decir esto en su propia casa?

Platica con él
Involúcralo en un tema que tengan en común o pregúntale sobre un tema donde sea experto. Descubrirás un mundo de posibilidades, aprenderás muchas cosas nuevas y él se sentirá escuchado, involucrado y valorado.

¡Invítalo sólo a él!
Arma un plan, algo que sepas que a él le gusta. Solos tú y él y hazlo sentir súper especial. Déjalo comer y tomar lo que quiera por una vez en su vida! Seguramente él solo se pondrá limitantes, si nunca te has detenido a verlo, te darás cuenta cuánto disfruta los placeres sencillos de la vida.

Regálale un check up.
Esto es algo verdaderamente valioso, pero hay que saber cómo entregarlo. Habla previamente con él. Convéncelo. Rememora cómo hizo para que te atrevieras por primera vez a nadar, a echarte ese clavado temerario o cómo fue el primero en echarte porras para que lograras esa proeza que nadie apostaba por ti. Confió en ti y te dio confianza. Haz lo mismo, ahora te toca a ti.

Escríbele
Escríbele una carta diciéndole por qué es tan importante para ti. Menciónale anécdotas, apela a sus recuerdos. Y no esperes que te conteste, quizá es de pocas palabras. Lo importante no es lo que te dirá a ti, sino lo que tú le dirás a él.
Ámalo
Para el amor no hay receta. Tú sabrás y él sabrá cuáles son los códigos de su amor, ese que se construyó día con día, a fuerza de convivencia.

Un poco de historia
Curiosamente, la celebración del Día del Padre nació para festejar su capacidad de criar, no sólo de crear.
A Sonora Smart Dodd se le ocurrió celebrar la entrega y el cariño de su padre mientras escuchaba el sermón de su iglesia el Día de la Madre, en 1909. Su padre, Henry Jackson Smart, un veterano de la Guerra Civil estadounidense, había tenido que criar a sus seis hijos a partir de que su esposa murió cuando dio a luz al último.
Propuso el 5 de junio, fecha del cumpleaños de su padre, pero, aunque fue ganando aceptación social, la idea no prosperó. Fue en 1966 cuando el presidente Lyndon B. Johnson firmó la proclamación del Día del Padre para celebrarlo el tercer domingo de junio en suelo norteamericano. En pocos años, se popularizó en otros países.