Pequeños monstruos

A los niños les encanta disfrazarse en esta temporada, pero ¿por qué no explicarles de dónde viene esta tradición?

El Halloween tiene origen en un antiguo festival celta que se celebraba la noche del 31 de octubre, para marcar el fin de la temporada de cosechas y dar comienzo al año nuevo celta. Se creía que durante esa noche los muertos estaban entre los vivos, y para no ser reconocidos por ellos tenían la costumbre de disfrazarse para hacerse pasar por fantasmas.

Los disfraces no eran como hoy estamos acostumbrados a verlos. Antes usaban máscaras de otro tipo, pero a veces sólo bastaba una capucha u otras prendas desgastadas con las que los humanos pudieran “pasar desapercibidos entre los muertos”.

En Estados Unidos la fiesta de Halloween se volvió popular en el siglo XIX y después la adoptamos en México y en casi todo el mundo. Ahora sabemos que los muertos no caminan entre los vivos, pero sobre todo para los niños, una de las partes más divertidas de esta celebración es disfrazarse y no sólo de monstruos, sino de cualquier personaje que habite sus fantasías, como las hadas, los piratas o incluso algún superhéroe. Te proponemos estas opciones: