Limpia tu refri en 4 pasos
Con esta guía podrás mantener limpio el refri y así garantizar la calidad y propiedades de tus alimentos.
El lugar donde almacenas tus alimentos debe permanecer limpio y ordenado para garantizar la salubridad y propiedades nutricionales, por ello la limpieza del refri por dentro y por fuera es fundamental para mantener tus alimentos en buen estado. Así evitarás que guarde malos olores o que se formen bacterias. Da una limpieza profunda a tu refrigerador al menos una vez al mes con estos cuatro pasos, pero antes, desconéctalo:
1. VACÍALO
Si hay cárnicos, procura tener una hielera para guardarlos mientras lo limpias. Aprovecha este momento para desechar todo lo que esté vencido o planea usar lo que está próximo a vencer.
2. LAVA EL INTERIOR
Con un producto especial para refrigeradores y una fibra o paño no abrasivos (para no dañar las superficies), limpia las paredes internas y las partes fijas del refri. Las partes desmontables, como las repisas, la bandeja para verduras y aditamentos del congelador, lávalos en el fregadero con jabón lavatrastes y una esponja, cuida no usar fibras duras porque causarías pequeñas fisuras donde podrían alojarse bacterias.
3. ELIMINA OLORES
Después de limpiar notarás que los malos olores se han ido, pero para mantenerlo así por más tiempo, coloca desodorante para refrigerador en una esquina al interior del refri, si no tienes desodorante puedes sutituirlo por bicarbonato de sodio o un trozo de carbón envuelto en una servitoalla.
4. AHORA EL EXTERIOR
Limpia las puertas con agua jabonosa y, de nuevo, un paño suave; no olvides limpiar los empaques plásticos de las puertas, esto además asegurará que la puerta selle bien al cerrar y esto evitará desperdicio en el consumo de energía de tu refri. Frota con un paño limpio y seco hasta lograr un efecto espejo.