Además de ser símbolo de la temporada navideña, es la flor herencia de nuestros ancestros. Aprende cómo cuidarla con estos consejos.
En náhuatl se le llama cuetlaxochitl (flor que se marchita), y desde los tiempos prehispánicos se usaba en ceremonias y celebraciones porque simbolizaba la pureza. Actualmente, gracias a la gran producción nacional, México exporta estas flores principalmente a Estados Unidos y Canadá; pero también a Francia, Alemania, Holanda, Suecia, China, Kenya, Japón y Vietnam.
Su mejor temporada es la invernal, cuando florece. El resto del año permanece verde pero eso no significa que debas desecharla, al contrario, al año siguiente florecerá nuevamente si recibe los cuidados adecuados. De ahí que para nuestros ancestros la flor de nochebuena simbolizó también “nueva vida para los guerreros”. Hay dos maneras de darle larga vida: traspasarla al jardín o mantenerla en una maceta más grande conforme vaya creciendo, pero es importante seguir estos cuidados:
DURANTE EL INVIERNO
- Colócala cerca de una ventana donde reciba luz del sol. Así cubrirá sus requerimientos de luz, al mismo tiempo que estará protegida de cambios bruscos de temperatura y de corrientes de aire.
- Riego cada tercer día. Es necesario estar al tanto de la superficie de la tierra, si está seca hay que hidratarla completamente, pero evita los encharcamientos para no pudrir la raíz.
DESPUÉS DE LAS FIESTAS
- Poda la planta cuando las flores hayan perdido su color y se hayan caído las hojas.
- Colócala en un lugar fresco y con buena ventilación durante la primavera.
- Riego cada tercer día. Volverán a crecer las hojas y permanecerá verde durante todo el año.
- Nutre una vez al mes con un fertilizante soluble.
- Mantenla en un lugar soleado, con sombra parcial entrando el verano.
- Trasplanta si es necesario, a una maceta más grande.
QUE VUELVA A FLORECER
- Poda nuevamente los tallos cuando vaya terminando el verano, para que no estén muy largos. Deja de tres a cuatro hojas por tallo (los que cortes pueden dar nuevas nochebuenas).
- Muda la planta al interior de tu casa, cuando empiece el otoño. Colócala cerca de una ventana soleada.
- Dale oscuridad. Es muy importante que a partir de este momento la planta esté en oscuridad por 14 horas diarias. Al día siguiente, colócala nuevamente al sol.
- Nutre con fertilizante a base de nitrógeno para que el color rojo sea más intenso.
También puede interesarte aprender cómo iniciar tu huerto casero o cómo aprovechar los restos de algunas frutas y hortalizas que vuelven a crecer.