Son más estables que las inflables y, si cuentan con filtro, podrás usarla por varios días. Aquí encontrarás algunos tips útiles para no tener que preocuparte por ella.
Antes de instalar la alberca, define la ubicación
- La superficie debe ser plana y bien nivelada. Asegúrate de que no haya objetos como ramas, piedras o protuberancias que puedan dañar la base de la alberca.
- Es importante que tengas una toma de corriente cerca, para poder conectar el filtro, pues no es recomendable usar una extensión.
- También procura colocarla cerca de algún drenaje, para facilitar el vaciado.
- No la instales cerca de objetos que los niños puedan escalar para echarse clavados.
Si planeas dejarla con agua por más días, deberás taparla, usar químicos especiales para desinfectarla y filtrar el agua.
Ensambla con instructivo en mano
- Revisa el manual y verifica que todas las piezas estén listas. Recuerda que estos pasos no sustituyen al instructivo.
- Coloca alguna protección contra el suelo, algunas marcas la incluyen, pero también puedes comprar una lona o tapete por separado.
- Extiende la alberca y déjala al sol un par de horas, para que se vuelva más flexible y fácil de instalar.
- Verifica que la válvula de vaciado, así como las de entrada y salida de agua para el filtro (si las tiene) estén cerradas.
- Coloca los soportes superiores y después los tubos verticales.
- En las albercas circulares, encontrarás una cinta en el perímetro. Los soportes verticales deben quedar dentro de esa correa.
Recuerda que puedes aprovechar su agua para lavar el patio, el baño o tu auto, así evitas el desperdicio.
Tu alberca está lista para llenar y disfrutar
- Lo más recomendable es usar una manguera de 1″ de diámetro. El llenado puede tardar hasta cuatro horas dependiendo del tamaño de la alberca.
- Mientras se está llenando, métete a la alberca y alisa el fondo. Esto sirve para acomodar la alberca y estirar paredes y fondo. Este paso es muy importante para que se llene adecuadamente: el agua hará presión y mantendrá las paredes firmes.
- Llénala a 80 % de su capacidad. Si notas una fuga, repárala con un parche de alta resistencia (normalmente están incluidos y se pueden colocar con o sin agua al interior).
- No la muevas ni arrastres llena; antes de guardarla, sécala para evitar que se dañe.
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