Algo tan sencillo como sacudir el polvo puede hacer que tu espacio cambie drásticamente. Renueva con estos pasos.
El hogar debe ser un territorio donde puedas respirar paz, tranquilidad y prosperidad, mientras te transmite sensaciones de calidez, confort, alegría y felicidad en cada rincón. Al mismo tiempo, debe ser la mejor guarida para los integrantes de una familia y el espacio para descansar. Esas razones hacen que la decoración y el método de organización sea primordial, pues tu estado de ánimo está motivado por la percepción de los espacios, la cual depende básicamente de la luz, objetos, colores y de la posición del mobiliario en las habitaciones. En City Life creemos que con estos seis pasos puedes darle una manita de gato a tu casa, y permitir que las cosas fluyan de una manera más positiva para todos.
1. Limpieza profunda. El primer paso para recuperar la armonía es ordenar y limpiar cada habitación, seleccionar las cosas indispensables y tirar las viejas o los objetos recolectados a lo largo del tiempo, que ya no sirven, pues sólo provocan basura y acumulan polvo dañino para la salud. Una opción es donar lo que esté en buen estado a alguna institución. Después de una limpieza a profundidad, con productos desinfectantes y microfibras, en tus cuartos habrá más espacio para una nueva decoración y hasta te sentirás de buen humor. (Lee Ordena tu clóset de una vez y para siempre)
2. Objetos en movimiento. Cambiar los muebles y adornos no sólo hace que nuestra casa se vea diferente, también tiene impacto en nuestra mente y estado de ánimo. De hecho, existen teorías como el feng shui, un sistema filosófico chino, que habla de ocupar un espacio conscientemente para que su distribución tenga un impacto positivo en quienes lo habitan. No pienses en tu casa como un espacio inmóvil e inalterable. Mueve los tapetes de un lugar a otro, cuelga los cuadros de la sala en otra habitación, cambia los adornos de una repisa a otra, y busca nuevos sitios para los libros y libreros hasta que te sientas a gusto.
3. Matices infinitos. Los colores son importantes para la percepción humana, pues de ellos depende la sensación que puede transmitirte un lugar o un objeto; los artistas, filósofos, psicólogos y científicos de numerosas disciplinas han investigado la influencia que tienen para transmitirnos una sensación de alegría, bienestar y tranquilidad, mientras otros nos dan tristeza, seriedad y hasta melancolía. Debes ser cuidadoso al seleccionar el color de pintura para cada habitación, ya que de esto dependerá la armonía y estado de ánimo de tu familia. Ten en cuenta que el color no sólo está en la paredes, así que compra telas, cojines, cortinas y manteles de tonalidades diferentes. (Lee El color ideal para cada habitación)
4. Objetos relucientes. Comprar muebles siempre genera una sensación grata y nos da la percepción de que el espacio es nuevo, por lo que es recomendable sustituir los que no tengan un buen aspecto. En caso de que no quieras cambiar todos, opta por renovarlos poco a poco; primero un sillón y luego una base para la televisión…
5. El arte de la luz. La iluminación en el hogar podría considerarse un arte, pues los cambios sutiles pueden tener un gran impacto en tu percepción del espacio. Para empezar, si todavía tienes focos incandescentes, reemplázalos por ahorradores o busca algunos con tecnología LED. Una opción más fácil es mover las lámparas de posición, sujetarlas a la pared y cambiarlas de altura o de habitación, y con ello lograrás un aspecto muy singular, igual que si les cambias las cubiertas por otras de diferente color; las posibilidades son muchas, sólo basta mucha imaginación. (Lee nuestra Guía de Iluminación)
6. Decora las paredes. Muchas veces nos olvidamos de ellos, pero los elementos decorativos en los muros hacen una gran diferencia. Una tendencia que está de moda es hacerlo con fotografías. Sumérgete en tus fotos; imprime tus favoritas y enmárcalas para colgarlas como obras de arte en cualquier habitación de tu casa. Te recomendamos buscar imágenes en blanco y negro, paisajes o tomas de tu familia. Lo que te parezca mejor y te provoque una sonrisa al verlo.
Complementa estos pasos con un mantenimiento exprés al menos una vez al mes y cuando te toque ser el anfitrión de una importante reunión en tu casa.