Whisky escocés, para paladares exigentes
Una bebida sofisticada para paladares exigentes. ¿Estás listo para probarlo?
A partir de la destilación de la malta de cebada, maíz, trigo o centeno se obtiene esta bebida alcohólica. Existen diferentes tipos de whisky y su manufactura varía entre uno y otro por el lugar de procedencia, pues las técnicas son distintas entre el whisky irlandés, el escocés o el americano, por ejemplo.
Al whisky escocés se le donima Scotch y para su elaboración y comercialización tiene normas estrictas que son garantía de calidad; se puede clasificar en varios tipos: single malt, vatted malt o pure malt, blended y single grain.
El single malt es procesado en una sola destilería, está hecho únicamente a partir de agua y cebada malteada. El single grain es igual que el anterior, pero puede contener grano entero de otros cereales malteados. Por otro lado están las mezclas, el blended es una mezcla entre uno o más whiskies single malt o single grain; el blended malttambién es una mezcla de whiskies pero sólo single malt aunque procesados en más de una destilería; por último, el blended grain es la mezcla de single grain de más de una destilería.
En cualquier caso, el whisky se envejece en barriles de roble por al menos tres años, pero el tiempo puede extenderse a décadas, entre más tiempo pase en los barriles, se obtiene una bebida más refinada, y para los expertos, más sofisticada porque recoge por más tiempo el sabor del roble. Algunas destilerías tuestan los barriles antes de almacenar el whisky, otras dan otro acabado a la bebida añejando en gran parte del proceso en un barril, pero el último año lo transfieren a otro tonel para que adquiera otro sabor. Una vez embotellado, el whisky deja de envejecer, pero al perder alcohol por evaporación se “suaviza” el sabor.
Para disfrutarlo, los ortodoxos –para quienes la bebida representa todo un ritual– prefieren el vaso con forma de tulipán porque permite arremolinar la bebida y concentrar el aroma en el cuello del vaso. Aunque tampoco está mal beber whisky en casi cualquier tipo de vaso, inciuyendo una copa de vino tinto o de cognac… quizás el vaso sea lo de menos. Lo importante es hacerlo a sorbos suaves para no saturar las papilas gustativas.
Hay quienes agregan un poco de agua al whisky, pero la recomendación es no hacerlo a menos que sea para familiarizarse con la bebida; en este caso se puede agregar agua de gota en gota hasta lograr el sabor deseado, pero sin exceder de una onza de agua y siempre dejando reposar la bebida para dar tiempo a que el sabor se concentre y se pierda lo menos posible. Esta bebida se disfruta a temperatura ambiente, colocar hielo significa diluir la bebida, por ello, si la deseas fría es mejor colocar rocas para whisky (se mantienen en el congelador y enfrían la bebida sin alterar su sabor). ¡Salud!
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