Para saber más sobre el tequila
Actualmente el tequila es la bebida que nos representa en todo el mundo, pero ¿conoces sus orígenes?
Durante el Virreinato se le llamaba vino mezcal al aguardiente que se producía de cualquier variedad de agave. De esta manera, cuando decían: “un vino mezcal de Tequila” se referían al aguardiente producido en Tequila, Jalisco, y no a la bebida “tequila” que conocemos hoy. A partir de la segunda mitad del siglo XIX se le comienza a nombrar solamente tequila al aguardiente que se produce en ese territorio.
Antes se hacía tequila con distintos agaves, pero para afianzar su identidad, la Norma Oficial Mexicana establece que solamente se puede obtener del agave azul, también conocido como tequilana Weber, asegura el historiador Claudio Jimenez, de la Universidad de Guadalajara, en Radio UDG.
Es importante resaltar que esta bebida surge de la combinación de dos culturas, ya que se originó después de la llegada de los españoles, cada una de éstas puso técnicas e insumos que conjugados dieron vida al vino de mezcal, el antecesor del tequila. Para obtenerlo son imprescindibles siete pasos:
- 1. Sembrar y esperar la maduración del agave de 8 a 14 años antes de la cosecha.
- 2. Cortar las hojas del agave y extraer la piña de la planta.
- 3. Partir a la mitad las piñas y cocinarlas al vapor.
- 4. Triturar las piñas para extraer sus jugos.
- 5. Fermentar el jugo en tanques.
- 6. Destilar para remover impurezas.
- 7. Embotellar o añejar (de este último paso dependerá si el tequila es blanco, reposado o añejo).
Tipos de tequila
- Blanco: se embotella poco después de la destilación, por eso conserva varias cualidades del agave.
- Reposado: se reserva en barrica dos meses como mínimo. Presenta notas de madera y aromas dulces.
- Añejo: pasa en barrica al menos un año. Notas relevantes de madera y especias. Cuando el tequila se embotella se detiene el añejamiento, este fenómeno sólo sucede mientras se encuentra dentro de la barrica.
¡Salud!