Descubre cómo se elabora el prestigioso queso azul danés tradicional y cómo comerlo.

Estos quesos se distinguen de otros por tener el hongo penicillium en su producto final, que es lo que les otorga su característico color azul mohoso. Su sabor es tan fuerte como su olor y su textura es suave, ideal para untar o fundir. Mientras más vetas azules tenga, el sabor será más fuerte y picante.

Su origen es incierto, pero no es difícil imaginar que a un campesino se le olvidó un trozo de requesón de cabra en una cueva y después de una semana lo encontró de color azul y con otra textura, pero como tenía mucha hambre, lo probó y le gustó. Entonces, desde ese día empezaron a hacer quesos azules.

Por su textura, el queso azul se puede untar, fundir o sólo esparcir sobre los platillos. Disfrútalo en salsas, ensaladas, pizzas, carnes, pastas y hasta sobre una rebanada de pan. Sólo recuerda que entre más vetas azules, más fuerte será el sabor; y si ves capas de color marrón quiere decir que el queso puede estar muy maduro y tener un sabor todavía más fuerte.