Un platillo que no deja indiferente

Si hay una comida que une a prácticamente todas las personas a nivel mundial, definitivamente esa es la pizza. ¡Conoce más de lo que sabes!

Famosa y diversa

Desde 2010, la Unión Europea la denominó Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) por su arraigo culinario. En 2017, la Unesco la declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Son famosas las versiones más clásicas, pero es común que a este platillo se le pueda agregar prácticamente cualquier cosa.

La única pizza a nivel mundial a la cual se le reconoce denominación de origen es la napolitana, genérica de masa gruesa y hecha en horno de leña, a diferencia de la versión romana, que es más fina y crujiente.

La pizza clásica, de Nápoles, sólo tiene 3 versiones:

La Margherita o Margarita, está hecha a base de tomate, queso mozzarella, tradicionalmente elaborado con leche de búfala italiana, aunque ahora es sustituida por leche de vaca, y hojas de albahaca.

La Marinara, con aceite, salsa de tomate, orégano y ajo. Hay quienes le agregan filetes de anchoas en conserva.

La Porta Sant Gennaro. Contiene pimienta, queso y albahaca. Su nombre se debe a San Genaro, el santo patrono de Nápoles, y a una de las antiguas puertas que da acceso a la ciudad.

Tan antigua como reciente

Desde el V antes de Cristo, los persas se alimentaban con un pan plano y circular al que le agregaban queso y dátiles. 

Este alimento se popularizó entre griegos, egipcios y romanos como tentempié, y cada cultura lo versionó con ingredientes propios de s u cocina. Los romanos, por ejemplo, le agregaron aceite de oliva y diferentes hierbas.

El tomate, vital para la futura pizza, llegó de América a Nápoles en 1554 gracias a los comerciantes españoles.

En 1889 el chef Raffaelle Esposito creó la pizza como la conocemos hoy en día como un intento por agradar a la reina Margherita de Saboya, quien había visitado Nápoles y estaba harta de la comida francesa, que comía por su carácter gourmet, propio de reyes.

Detrás de esta historia hay un gran intento de unificar el sur de Italia, región que había unido con el norte Giuseppe Garibaldi en 1861. Es tal la intención que la pizza Margherita emula los colores de la bandera de aquel país, el rojo del tomate o jitomate, el blanco del queso mozzarella y el verde de la albahaca.

Fue considerado alimento para pobres. Se hizo popular hasta las primeras décadas del siglo XX cuando la diáspora italiana haría popular la pizza en todo el mundo, sobre todo en tres ciudades a las que llegaron gran cantidad de italianos: Chicago, con su deep dish pizza; Buenos Aires, donde existe la mayor cantidad de pizzerías por habitante en el mundo, y Nueva York, donde es grande y delgada, con la finalidad de que se pueda doblar y comer de pie en la calle.

Para saber más

  • La palabra pizza proviene del griego pektos, que significa sólido o coagulado. De ahí pasaría al latín y posteriormente al italiano.
  • Si estás a dieta, es preferible la pizza que la hamburguesa, tiene menos calorías y menos grasa, y el sodio se reduce a la mitad. 
  • La versión hawaiana fue creada por Sam Panopoulos, en 1962, en Canadá. Tenía un restaurante donde contrató un cocinero asiático, quien le enseñó que la combinación entre sabores dulces y salados tenía popularidad entre los comensales.

Día Mundial de la Pizza

En 2017, el presidente de Islandia, Gudni Th. Jóhannesson, preguntó en Twitter si la pizza debería llevar piña. Se hizo tan viral el tuit que, entre otras cuestiones, y ante la controversia que suscitó a nivel mundial, la Unesco declaró a la pizza Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Desde entonces, el día mundial se celebra el 9 de febrero. Por cierto, quien originó todo esto, estaba en contra de que llevara piña.