Los diferentes tipos de copas están hechos para resaltar las cualidades de cada bebida. Aprende cuál es la indicada para tu vino favorito.
Tamaño, forma y circunferencia de la copa son los elementos que permitirán diferentes sensaciones dependiendo del tipo de vino que se beba. La forma potencia en mayor o menor medida las virtudes (o los defectos), que el tamaño repercute en la intensidad y calidad de los olores y la boca determina la dirección a donde se dirigirá la sensación gustativa: en los labios, la punta de la lengua, o al final.
RADIOGRAFÍA DE UNA COPA

UNA COPA PARA CADA VINO
Las copas están elaboradas de manera que potencien las cualidades de cada bebida, y aunque en Alemania existe una fábrica que ha elaborado hasta 30 diferentes tipos de copas para cada clase de vino, basta con conocer las principales:
- Tipo burdeos. Para los vinos tintos con más cuerpo. Tienen mucho volumen para que los aromas tengan buena oxigenación, pero son cerradas en la parte de la boca para no absorber los aromas del alcohol.
- Tipo borgoña. Para vinos con cuerpo ligero. Con mucho más diámetro, con boca y cáliz amplios, para potenciar los aromas delicados. La forma de la boca permite que la bebida se dirija a la punta de la lengua resaltando el sabor afrutado.
- Copa vino blanco. Parecida a la burdeos, pero con el cáliz más pequeño porque no requiere mucha oxigenación. El tallo alto evita que se caliente el vino.
- Copa chardonay. Para vinos afrutados, el cáliz más ancho permite que las notas frutales se acentúen.
- Flauta. Para vinos espumosos. Es alargada para poder apreciar las burbujas de estos vinos y al ser estrecha las mantiene por más tiempo.
- Guarda nuestra infografía y lleva esta información contigo.

Y ahora que ya conoces los diferentes tipos de copa, sólo te falta saber la temperatura ideal para servir el vino. ¡Salud!