Ideal para propiciar un ambiente agradable y divertido en una reunión con amigos, con la familia o para una cita. Incluso puedes organizar un juego al comerlo.

Este manjar apareció en Suiza, cerca de los Alpes, en la frontera con Francia. La receta surgió cuando los pastores o montañeses que habitaban ahí calentaban el queso viejo y duro para ablandarlo y probar una comida caliente.

Para comerlo, la olla se coloca al centro y cada persona tiene su utensilio, similar a un trinche, y trozos de pan para sumergir. Actualmente se puede hacer fondue mezclando varios tipos de queso, algunas recetas incluyen vino y especias en los ingredientes e incluso se puede personalizar aún más este delicioso platillo cambiando el pan por trozos de carnes frías, cortes de carne, mariscos o con alguna variedad de pan artesanal. También existe el fondue de chocolate, en el que en lugar de frutas se sumerjen frutas y la olla suele ser más pequeña.

Es ideal para las cenas informales con tus amigos o familia, incluso puedes organizar un juego que puede convertirse en regla para comerlo: quien deje caer su pan a la mezcla le toca pagar una botella de buen vino, porque el vino es el complemento del fondue. Te recomendamos leer las notas Vinos del viejo mundo y Vinos del nuevo mundo, para decidir cuál deberá comprar quien pierda en el juego.