Beber cerveza implica más que sólo enfriarla y beberla. Conoce cuál es la mejor manera de conservarla para mantener intacto su sabor hasta el momento de tomarla.
¿Sabes cuál es la manera adecuada de conservar y almacenar la cerveza? Seguramente alguien te ha dicho “metelas al refri para que no se quemen”, porque existe la creencia de que si la cerveza está fría, no se debe dejar entibiar porque de lo contrario se quemará (obtiene un sabor desagradable, rancio, al que solemos llamarlo cerveza quemada porque se modifica su aroma y amargor). Lo cierto es que soportan cambios de temperatura si éstos no son extremos. O sea que bien puedes aprovechar y comprar cervezas al por mayor, y no sería necesario tenerlas en el refri todo el tiempo. Aquí te damos algunos consejos para mantener tus cervezas en perfecto estado hasta que las destapes.
ALMACENAMIENTO
Al llegar a tu casa con tus cervezas preferidas, guárdalas en un lugar fresco y oscuro (alacena, bodega, clóset), donde no estén expuestas a ningún tipo de luz, pues ésta es su peor enemiga y es la culpable de que se queme. Por eso la mayoría de los envases son oscuros, pues esto evita que la luz se filtre. Sólo coloca en el refri algunas cuantas para que estén listas cuando quieras.
NI MUY CALIENTE NI MUY FRÍO
¿Eres de la idea de casi congelar la cerveza? Una cerveza muy fría te podrá refrescar mucho, pero la verdad es que una temperatura tan baja también afecta el sabor de la cerveza. Como dijimos al principio, lo que sí puede dañar la cerveza son los cambios de temperatura extremos. El promedio adecuado de temperatura al que debes almacenar la mayoría de las cervezas es de 10 a 15 grados centígrados.
TIEMPO DE GUARDA
Una cerveza convencional puede mantener su sabor durante varios meses si está en un lugar oscuro y fresco. Pero con las cervezas artesanales es otra historia, ya que poseen ingredientes tradicionales en mayores cantidades y se arrancian más rápido, por lo tanto muchas necesitan refrigeración permanente; en especial, las de bajo contenido alcohólico, que son más vulnerables al tiempo y la temperatura. Otro aspecto importante que debes tomar en cuenta es que entre más tiempo pasen almacenadas, sus propiedades disminuirán paulatinamente Además, pon atención en la etiqueta que dice: “Consúmase preferentemente antes del…”.
LA POSICIÓN CORRECTA
Si quieres optimizar el espacio, y la única forma de hacerlo en tu cava es acostar las botellas, mejor piensa en otra opción. El contacto del líquido con la corcholata también modifica el sabor, y esto último es lo que menos queremos.
¿LA PUEDES GUARDAR UNA VEZ ABIERTA?
La respuesta es no. Al momento del abrir la cerveza comienza el proceso de oxidación y meterla al refri no retrasará este fenómeno. Si crees que no te la vas a acabar, mejor compártela para que no se desperdicie.
Si quieres otros consejos sobre vinos y cervezas, visita la sección Cava donde podrás encontrar información interesante sobre tus bebidas favoritas.
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