Las papas son muy saludables y deliciosas, te decimos por qué sí debes incluirlas en tu dieta.

Saludables y deliciosas. En todo el mundo se producen y consumen durante todo el año. Aunque no lo creas, este tubérculo es rico en agua, pero también es fuente importante de almidón, carbohidratos y minerales fundamentales como el potasio. Y al contrario, su contenido en proteína y fibra es escaso, pero es buena fuente de vitamina C (de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición, una papa cruda de tamaño medio contiene el 46% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C).

En realidad su aporte calórico es limitado, pero si se fríen, pueden absorber una gran cantidad de grasa y triplicarlo. Incluso, los nutriólogos consideran que puedes comerlas todos los días, pero siempre cocidas, al vapor o al horno (envueltas en papel aluminio), con su piel y no fritas. De hecho, esta manera de comerlas preserva el contenido de vitamina C, que de otra menera se perdería en su mayor parte al cocinarlas.

¿Sabías que la piel de las papas se come, así solita? Ha caído en desuso, pero en realidad es la parte con más fibra y nutrientes. Para prepararlas, se fríen por separado con sal y pimienta.

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