Si el reto es bajar esos kilos extra, la lechuga será tu mejor aliada para lograrlo. Descubre sus beneficios.
Su origen no está claro, la mayoría de los registros indican que apareció hace 2,500 años. En la actualidad, la lechuga se cultiva en zonas templadas y en invernaderos, gracias a esto, podemos comerla durante todo el año. Proporciona muy pocas calorías por su alto contenido en agua, pero su aporte de vitaminas sí es importante, pues contiene folatos, vitamina A, B, C y E. Además aporta tiamina y pequeñas cantidades de potasio, hierro y calcio.
Sus propiedades antioxidantes son benéficas para mejorar la piel, prevenir la osteoporosis y eliminar radicales libres dañinos. Incluirla en la dieta diaria ayuda a reducir el colesterol, la probabilidad de desarrollar problemas en los riñones y a controlar la hipertensión arterial.
Al comerlas, toma en cuenta que las hojas de color verde intenso son las más ricas en vitaminas y minerales, y siempre consúmelas frescas y crujientes para aprovechar sus valores nutritivos.
Cuando las compres observa que el tallo ni las hojas presenten coloraciones pardas. Puedes conservarla en el refrigerador lista para comer, sólo tienes que lavarla, escurrirla y secarla; guárdala en una bolsa plástica en la parte baja del refrigerador.