Nadie sabe a ciencia cierta dónde surgió, pero sí que que son ricas en vitaminas A, C y E. Te decimos por qué debes incluirla en tu dieta.
Están compuestas en su mayoría por agua y se trata de uno de los vegetales con más altos niveles de proteína. Son ricas en vitaminas A, C y E. La vitamina A mantiene en buen estado la visión, la piel, el cabello, las mucosas y los huesos; la vitamina C se encarga de favorecer la absorción de hierro y aumentar la resistencia ante las infecciones, mientras que la vitamina E interviene en la salud celular. También están presentes las del grupo B, como B1, B2, B3 y B6, que ayudan en la producción de glóbulos rojos y anticuerpos. En lo que respecta a minerales, son ricas en calcio, hierro, magnesio, potasio y sodio.
POR CADA 100G
- 31 kcal
- 89.6 g de agua
- 2.6 g de proteína
- 1,8 g de fibra
- 423 mg de potasio
Consérvalas hasta dos semanas en el refrigerador, dentro de una bolsa con agujeros.
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