Un ingrediente de la cocina mediterránea que tiene muchos beneficios para tu organismo. Descubre cuáles son.
En latín se llaman asparagus officinalis. Su origen fue en el Mediterráneo, pero en la actualidad se cultiva en regiones templadas de todo el mundo, como Italia, Francia y Alemania.
Existen dos variedades: el blanco, que crece bajo tierra y no recibe luz solar, y el verde, que crece en contacto con la luz solar y suele estar disponible entre noviembre y marzo. Los espárragos verdes están constituidos por agua; además, tienen un alto contenido de fibra, por lo que se recomiendan para tratar el estreñimiento.
Lo mejor de todo es que pueden ser incluidos en la dieta sin culpa, pues en 100 g de espárragos sólo hay 18 kcal. Contienen 94.7 g de agua, 22 mg de calcio, 207 mg de potasio y 59 mg de fósforo, lo que los hace muy nutritivos para el organismo.
Para conservarlos hasta tres semanas, envuélvelos en un paño húmedo y colócalos en el refrigerador. No los guardes en bolsa de plástico porque sólo durarán tres días.
Combina los espárragos con champiñones, otro ingrediente delicioso y con pocas calorías.