Una bebida deliciosa, que puedes tomar fría o caliente, y que además tiene beneficios para tu cuerpo.

1 Proviene de la misma planta que el té negro, pero a diferencia de éste, el verde no se fermenta, por lo que mantiene intactas muchas de sus propiedades.

2 Además de ser delicioso, en el antiguo Oriente le atribuían efectos positivos como serenidad, armonía y salud, pero sólo la clase alta tenía acceso a él.

3 Posee flavonoides que tienen propiedades antienvejecimiento y detienen los procesos degenerativos en nuestro cuerpo.

4 Es protector del hígado, ya que ayuda a eliminar toxinas derivadas de una mala alimentación o una mala digestión.

5 También contiene polifenoles, que previenen el daño celular neurológico, por lo que se reduce el riesgo de padecer enfermedades como alzhéimer y párkinson.